miércoles, 29 de agosto de 2012

SESIÓN 3.- Capítulo XI: Cooperación


Exposición


Podríamos empezar por identificar que al leer “teoría”, es necesario estar conscientes de que esto implica un problema. Así, el problema de leer teoría, es decir, cómo leer, implica reconocer una lógica de construcción en el texto. Hugo Zemelman ha explicado que esa lógica está referida a “reconocer detrás de las afirmaciones atributivas de propiedades que tiene un texto teórico, los problemas que pretende responderse el autor.”

Además de ese problema, podemos considerar que el papel fundamental de la teoría es revelar la relación entre los fenómenos e intentar descubrir su real vinculación y respectivas mediaciones. Entonces, tratemos de ubicar la lógica construcción que Marx siguió, recordando especialmente los textos que revisamos de Bolívar Echeverría y H. Lefevbre, pensando también que, como dice este último, “la obra de Marx no es todavía más que una introducción”.

Primero, si en apariencia la vida económica en el capitalismo consiste en un sistema de “intercambios” entre “equivalentes” (donde el trabajo, los servicios, etc. se presentan como cosas en el mismo plano de mercancías), entonces el “beneficio” que obtienen los capitalistas aparece como un misterio; cuando en realidad, se debe a la “plusvalía” adquirida por el capital en el proceso de producción, pues como resume Lefevbre:
El salario, pagado en dinero, revela y disimula al mismo tiempo una operación compleja: el intercambio de la fuerza de trabajo, pagada según su valor, por el valor creado por la fuerza de trabajo. Dos realidades no equivalentes se hacen equivalentes en apariencia. El salario paga al parecer el trabajo; pero el capitalista se embolsa la diferencia entre el salario y el valor del producto (entre el valor del tiempo de trabajo y el valor creado por este tiempo de trabajo). (L.: 279)

En segundo lugar, conviene recordar que en la Sección Tercera, Marx se enfoca en la producción de “plusvalía absoluta”, desarrollando los capítulos: 1) proceso de trabajo y proceso de valorización, 2) capital constante y capital variable, 3) la cuota de plusvalía, 4) la jornada de trabajo, y 5) cuota y masa de plusvalía. La sección cuarta está enfocada en la producción de “plusvalía relativa”, estructurada por los capítulos: 1) concepto de plusvalía relativa, 2) cooperación, 3) división del trabajo y manufactura, y 4) maquinaria y gran industria.

Tercero, sin olvidar que para Marx el “valor” de una mercancía se determina objetivamente por “la cantidad de trabajo social medio” que representa, conviene apuntar lo que significa el concepto de “plusvalía relativa” distinto al de “plusvalía absoluta”:
La plusvalía producida mediante la “prolongación” de la jornada de trabajo es la que yo llamo “plusvalía absoluta”; por el contrario, a la que se logra “reduciendo” el tiempo de trabajo necesario, con el consiguiente cambio en cuanto a la “proporción de magnitudes” entre ambas partes de la jornada de trabajo, la designa con el nombre de “plusvalía relativa”. (Marx, C. El capital, Tomo I, FCE: 252-253)

En cuanto al contenido específico del capítulo XI “Cooperación”, Marx plantea su primera tesis señalando que:
La producción capitalista tiene, histórica y lógicamente, su punto de partida en la reunión de un número relativamente grande obreros que trabajan al mismo tiempo, en el mismo sitio (o, si se prefiere, en el mismo campo de trabajo), en la fabricación de la misma clase de mercancías y bajo el mando del mismo capitalista. (M.: 259)

Y en esa dirección, la exposición de dicho capítulo concluye que:
La cooperación es la forma fundamental del régimen de producción capitalista, aunque en él su forma simple se presente como forma especial, al lado de otras formas más complejas. (M.: 271)

Así, vemos cruzar dos planos en el mismo análisis, interrelacionando dos líneas de reflexión. Por una parte, la “lógica”, da cuenta de las características del trabajo cooperativo, es decir, el “proceso de trabajo social”. Por otra, la “histórica”, interesado en la “plusvalía relativa”, explica cómo la “forma simple” de cooperación permite al capitalismo (en los orígenes de la “manufactura”), en tanto “método”, transformar el proceso de trabajo en un proceso social con el fin de intensificar su “fuerza de trabajo”.

Marx define a la “cooperación” como la “forma de trabajo de muchos  obreros coordinados y reunidos con arreglo a un plan en el mismo proceso de producción o en procesos de producción distintos” (p. 262). Explicando que la cooperación no solamente “potencia” la “fuerza productiva individual”, sino que tiene a “crear una fuerza productiva nueva, con la necesaria característica de fuerza de masa.” (p. 262)

Tratando de subrayar los problemas analizados en este capítulo, basándonos en el trabajo de Jorge Juanes, podemos observar que la “cooperación” implica por lo menos cuatro ventajas inmediatas al capitalista:

1.- Una concentración del proceso de trabajo y, por lo tanto, optimización de las condiciones objetivas del trabajo, es decir, disminución del capital e, indirectamente del valor de la mercancía, ergo del valor de la fuerza de trabajo y de la relación plusvalía-capital invertido.

2.- Se logra una mayor producción de valores de uso, ya que la fuerza productiva social del trabajo potencia el trabajo individual, puesto que es más productivo un funcionamiento orgánico del proceso de trabajo que uno establecido a partir de procesos de producción asilados, en donde la conjunción, más que ser una totalidad, es una suma.

3.- Propicia una fuerza productiva nueva, que potencia la fuerza productiva individual y posibilita tareas que por sí misma no podría llevar a cabo.

4.- Se economiza trabajo y se aumenta su productividad, pues el trabajo individual se potencia con la nueva fuerza productiva de carácter social que se ha creado.

Si la producción capitalista tiene como punto de partida la cooperación, desde una perspectiva histórica, la forma de trabajo de muchos obreros, sería distinta a los anteriores regímenes, porque en el capitalismo no se trata sólo de una suma, sino que hay una totalización del proceso de producción bajo la dirección “despótica” del capitalista. Si en términos formales (lógicos), todo proceso social de trabajo exige, en todo lugar y tiempo, “dirección”, Marx concluye que para el caso del naciente capitalismo, “el capitalista representa frente a los trabajadores individuales la unidad y la voluntad del cuerpo social de trabajo.” (M.: 267), y considera que:
La dirección por el capitalista no es sólo una función particular dimanente de la naturaleza del proceso social de trabajo y perteneciente a él, sino también, al mismo tiempo, función de la explotación su proceso social de trabajo y, por lo tanto, está condicionada por el antagonismo inevitable entre el explotador y la materia primar de su explotación.
[…] Pero si, pero su contenido, la dirección capitalista tiene dos filos, como los tiene el propio proceso de producción por él dirigido, los cuales son, de una parte, un proceso social de trabajo para la creación de un producto y de otra parte un proceso de valorización del capital, por su forma la dirección capitalista es una dirección despótica. (M.: 267)

Finalmente, podemos identificar que esta forma de dirección despótica implica tres cosas:

1.- Las formas de dirección de toda empresa capitalista responden, simultáneamente, a la producción de riqueza social y a la producción de riqueza capitalista o plusvalía, lo cual lleva a la confusión de una en otra y a la identificación ideológica de las formas de organización que exige el proceso de trabajo como tal con las que exige el proceso de valorización.

2.- La clase obrera, en la medida en que el proceso de trabajo puesto al servicio de la valorización de capital se realiza con su participación, se inserta en un proceso que le es ajeno e impuesto autoritariamente, quedando al margen de la determinación de lo que se debe producir y del tiempo destinado a ello, así como de la forma de producirlo.

3.- A partir de un momento, agrega Marx: “el capitalista delega la función de vigilar directa y constantemente a los obreros a un tipo especial de asalariados” que cumplen funciones procapitalistas; dirigentes, managers, capataces, etc.

Ahora, para abrir la discusión colectiva, y tratando ligarlo con algunos problemas actuales podemos retomar el último punto y preguntarnos ¿Cuándo un trabajador asalariado y no proletario cumple funciones técnicas y cuándo funciones de explotación?

Tratando de relacionar economía y política, Gramsci considera que el pilar de la política es la existencia de “dirigentes y dirigidos”, de “gobernados y gobernantes”, y remontaba su inicio histórico a un hecho “técnico”. Si en el ámbito de la cooperación, aún no existe como tal una división social del trabajo, pero sí el proceso de producción está bajo la “dirección” del capitalista, ¿Qué consecuencias políticas tiene esto en la sociedad?

Si la cooperación es la “forma fundamental” del régimen de producción capitalista, en tanto que reúne a una gran cantidad de obreros que producen la misma mercancía simultáneamente bajo una dirección de la cual ellos no son parte, ¿qué carácter podría tomar la cooperación en un sistema no capitalista, en los ámbitos de la producción de gran industria y producción agropecuaria? O por ejemplo, en experiencias aisladas en las que los obreros toman la propiedad de la fábrica y el control de la producción bajo la dirección de un “consejo obrero”.

Relatoría de la sesión


Una vez realizada la exposición de acuerdo al anterior texto, dimos paso a la discusión colectiva.

Primero, tratamos de situarnos considerando que actualmente, la mayor parte del desarrollo tecnológico se hace a partir de la cooperación de grandes masas de trabajadores especializados. También recordamos un pequeño fragmento de este capítulo para considerar que la cooperación ya implica subsunción real, pues de acuerdo a Marx: “se trata del primer cambio que experimenta el proceso real de trabajo por su subsunción bajo el capital”.

El segundo momento de discusión colectiva implicó en ubicar los conceptos empleados en este capítulo, destacando: cooperación, masa de plusvalía, cuota de plusvalía, obrero colectivo, jornada laboral combinada, fuerza de masa (como una fuerza productiva nueva producto del cambio cualitativo de la cooperación bajo el capital), escala de cooperación, magnitud de capital. Retomamos las ventajas que implica la cooperación para el capitalista, el papel directivo del capitalista. Concluimos retomando la distinción analítica entre cooperación simple y cooperación capitalista

El tercer momento de discusión colectiva giró en torno a las tres preguntas planteadas al final de la exposición. De manera muy general destacamos las siguientes ideas: Consideramos que los capítulos de la sección cuarta del capital, son de especial importancia para estudiar el papel histórico de América Latina en la conformación del capitalismo.

Considerando que como explica Marx, el ser humano antes que un animal político es un animal social, la cooperación es fundamental para todo proceso de producción. A partir de ello nos preguntábamos cómo la cooperación  pudiera transformar su carácter cualitativamente capitalista para dar paso a un modo de producción distinto (socialista), retomando la experiencia histórica de los “consejos obreros” en la Italia de principios del siglo pasado, o casos particulares como los obreros argentinos de TRADOC (Neuquén, Argentina) que desde hace unos años se hicieron con el control de la fábrica y la dirección sobre su producción.

Por último, de lo anterior derivamos otros problemas. Ante ejemplos como la experiencia de los obreros argentinos mencionados, observamos que las condiciones de la máquina y el ámbito de la circulación siguen imponiendo los lineamientos de producción. Dicho caso es una victoria ante un capitalista individual pero ahora se enfrentan al capitalista “colectivo” como clase. Se enfrentan a la necesidad de mantener una magnitud de capital bastante considerable para mantenerse frente al mercado y sostener la capacidad de producción.

miércoles, 22 de agosto de 2012

SESIÓN 2. Capítulo. 5 “Proceso de trabajo y proceso de valorización” en El Capital. Marx

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Seminario autogestionado por estudiantes del Posgrado de Estudios Latinoamericanos

Sesión 2.

Donde discutimos: Marx, Karl. (1991) Sección 3ª. Capítulo. 5 “Proceso de trabajo y proceso de valorización” en El Capital. Ed. S.XXI

Inicio:

Esta sesión la iniciamos con una ronda de participaciones donde cada uno y una de lxs participantes expusimos las experiencias laborales que hemos tenido desde dos perspectivas concretas: por un lado, dimos un ejemplo de cuando hemos participado en un proceso de trabajo en el que el producto de nuestro trabajo es para el consumo individual o colectivo; y, por el otro,  mencionamos cuando hemos enajenado nuestra fuerza de trabajo a otra persona, y el producto de nuestro trabajo le pertenece a un tercero. (Escuchar audio)

Comparativamente, expresamos las sensaciones que ambas circunstancias nos planteaban, describiendo primordialmente para el segundo caso, con mucho más detalle, las características del proceso de trabajo, la organización y el control de quien dirigía este proceso.  Incluso describiendo por parte de uno de los compañeros un accidente a causa de un trabajo que requería un alto grado de atención pues se trataba de un proceso productivo en dónde las máquinas dictaban el ritmo de cada función focalizada y repetitiva. Cuando se daba un ejemplo del primer caso se ponía mucho más atención en la intención (finalidad) del proceso productivo así como del destino del producto final del proceso de trabajo en que se había participado.

Fue de interés para la expositora iniciar con esta dinámica debido a que consideraba que al partir de nuestra propia experiencia (tanto corporal, racional y social) podríamos participar a la par del debate que plantea Marx en este capítulo, que es la distinción del concepto fuerza de trabajo del concepto de trabajo mismo. Así también, del proceso de enajenación que el autor plantea sucede durante el proceso de trabajo capitalista.  
Desarrollo:
En este capítulo, Marx se plantea una crítica al sistema de categorías de la sociedad burguesa: una descripción del sistema económico  y al mismo tiempo una crítica a la economía clásica, la cual tenía por objetivo explicar cómo las sociedades llevan a cabo la producción y distribución de la riqueza. La perspectiva de la crítica a la economía política aborda la conformación social del proceso de producción y la relación de la explotación que permite la extracción de plusvalor, planteando al capital ya no como un factor de la producción sino como una relación social que tiene como uno de sus elementos la enajenación del sujeto productor respecto de sus condiciones de producción y el producto o los productos de su trabajo.

En el capítulo quinto, Marx explica la diferencia entre el trabajo y la fuerza de trabajo. En donde define al primero como “un proceso entre la naturaleza y el hombre, proceso en que éste realiza, regula y controla mediante su propia acción el intercambio de materias con la naturaleza” (pág. 131).  Acción que a diferencia de otras especies, sólo le pertenece al hombre pues antes de ser llevada a cabo ya la ha ideado en su cerebro. Al finalizar el proceso de trabajo surge un producto, una mercancía, un objeto apto para la satisfacción de necesidades: un valor de uso que ya existía en la mente del trabajador, “un resultado que tenía ya una existencia real” (pág. 131).  Es decir, el hombre que transforma no se concentra únicamente “en cambiar de forma la materia que le brinda la naturaleza, sino que al mismo tiempo, realiza en ella su fin”, mismo que está subordinado a su voluntad, a esto le llama Marx ‘atención’, que no es más que la voluntad consciente del fin.

Este es un elemento siempre presente en el proceso de trabajo, pues además del esfuerzo físico, el trabajador debe aportar su voluntad consciente del fin. A la actividad adecuada a un fin se suman otros tres elementos del proceso de trabajo: objeto de trabajo, cosas que el trabajo desprende directamente de la naturaleza (tierra, agua); materia prima, objeto sobre el que ya fue depositado una cantidad de trabajo; y medio de trabajo, es el objeto que se interpone entre el trabajador y el objeto que trabaja (“Lo que distingue a las épocas económicas no es lo que se hace, sino el cómo se hace, con qué instrumentos de trabajo se hace” (pág. 131)).   

            Así bien, la fuerza de trabajo la define como esa capacidad que tiene el hombre de trabajar, que es sólo una potencia que dormita en él. En el proceso de trabajo capitalista es una condición social y es el uso de esta fuerza de trabajo, lo que consume el capitalista para fabricar un valor de uso.  Así pues, la fuerza de trabajo es la capacidad que paga el capitalista al obrero en tanto mercancía específica que se encuentra en el mercado. Es el trabajador quien dinamiza con su trabajo vivo a la materia que transforma y el trabajo se termina materializando en un producto, donde ya sólo es quietud.

Desde la perspectiva del producto, los elementos del proceso de trabajo, los medios de trabajo y el objeto de trabajo son medios de producción y el trabajo, es trabajo productivo. Para obtener un producto se pueden utilizar una serie de valores de uso, que incluso sean productos de otros procesos de trabajo anteriores, de tal manera que los productos no son sólo el resultado, sino que son, al mismo tiempo, la condición del proceso de trabajo (pág. 133).

Los elementos para la producción son las materias primas (tanto el objeto de trabajo o medio de trabajo, sea de procesos de trabajo anteriores o tomados de la naturaleza), pueden ser materias auxiliares (son materias primas que son absorbidas por el mismo instrumento de trabajo o son de ayuda para la ejecución), o los artículos intermedios o a medio fabricar (son las materias primas que se requieren para la elaboración de alguna otra). El trabajo vivo es el que se hace cargo de los medios de producción y los pone en acción, los convierte de valores de uso potenciales a reales y activos.

Aquí se hace otra diferencia fundamental, entre el consumo individual donde el proceso de trabajo tiene como finalidad consumir los elementos de la producción para ser medios de vida del ser viviente y el destino de esos elementos es el consumidor mismo; y el consumo productivo, que absorbe los medios de producción para elaborar un producto distinto.

            Hasta aquí Marx sólo observó al proceso de trabajo desde sus elementos simples y abstractos sin la necesidad aún de hacer una contextualización social y política y lo define como “la actividad racional, encaminada a producir valores de uso, la asimilación  de las materias naturales al servicio de las necesidades humanas, la condición general del intercambio de materias entre la naturaleza y el hombre, la condición natural eterna de la vida humana, y por tanto independiente de las formas y modalidades de esta vida y común a todas las formas sociales por igual” (p. 136).

Al situar el proceso de trabajo en el modo de producción capitalista, lo analiza desde su dualidad: primero como producción de mercancías, lo define como el proceso mismo de consumo de la fuerza de trabajo, donde el capitalista pone al obrero a que consuma trabajando los medios de producción. Al comprar esta mercancía específica y única, le pertenece también su uso que en este caso es el trabajo mismo. El obrero, que es el vendedor de su mercancía le entrega al capitalista su valor de uso, el trabajo. Asimismo, el producto de este proceso se convierte en propiedad del capitalista y no del productor directo.

Al final de esta sección concluye que el proceso de producción de mercancías es una relación entre objetos comprados por el capitalista, donde la fuerza de trabajo es el trabajo vivo y los medios de producción son el trabajo muerto. En segundo lugar, lo analiza como un proceso de valorización en donde al capitalista lo que le interesa no es producir un valor de uso en sí mismo, sino como soporte de valor de uso, destinado para su venta, pero con un valor incrementado al invertido inicialmente en el proceso de producción. Continua el desarrollo demostrando que los medios de producción, como trabajo muerto, sólo transfieren su valor a la mercancía, por la propiedad específica de la mercancía fuerza de trabajo como creadora de valor, como trabajo vivo, la cual tiene la propiedad no sólo de conservar y transferir el valor contenido en los medios de producción, sino que al absorberlos crea nuevo valor. De tal manera que el valor contenido en los medios de producción aparece en la nueva mercancía, porque representa parte de un proceso de trabajo anterior, aunque esté separado en espacio y tiempo del nuevo proceso.

Cuando analiza la parte del valor que añade el trabajador a la nueva mercancía, analiza dos nuevas categorías, primeramente distinguiendo al trabajo del obrero desde sus diferencias cualitativas, como trabajo concreto (transfiere y conserva valores), donde atiende las diferencias subjetivas (diferentes formas de realizar el trabajo)  y objetivas (los diferentes medios de producción usados y las diferencias de los productos). Por otro lado, distingue sus diferencias cuantitativas, como fuente de valor, donde el trabajo no distingue de otros más que por una cuestión de cantidad, de tiempo de trabajo invertido en el proceso por parte del obrero, definido entonces como trabajo abstracto (añade valor a los valores de los medios de producción). Desde este ángulo, los medios de producción interesan en cuanto absorben y asimilan determinada cantidad de trabajo.

Aquí lo que demuestra Marx es que si el capitalista pagara al obrero el valor que realmente añade al proceso, es decir su trabajo que se cristaliza en un producto, el capitalista obtendría al final del proceso la misma cantidad de dinero que invirtió al iniciar el proceso. Sin embargo, el capitalista paga al obrero sólo su capacidad de trabajar, es decir el valor de la fuerza de trabajo del obrero, la cual representa el  tiempo de trabajo socialmente necesario para que el obrero pueda vivir, estar ahí y trabajar, pero no paga al obrero su trabajo, que es el que se materializa en un producto nuevo, con nuevo valor. Y es ahí donde brota un nuevo valor, la plusvalía para el capitalista.

El trabajo pretérito contenido en la fuerza de trabajo y el trabajo vivo que ésta puede desarrollar son dos magnitudes completamente distintas; la primera determina su valor de cambio, la segunda su valor de uso. Y es esta característica específica de la mercancía-fuerza de trabajo la que realmente le interesa al capitalista. Afirma Marx: “como unidad de proceso de trabajo y proceso de creación de valor, el proceso de producción es un proceso de producción de mercancías; como unidad de proceso de trabajo y de proceso de valorización, el proceso de producción es un proceso de producción capitalista.”

El doble carácter del trabajo mismo, el de crear valor (trabajo abstracto) y transferir o conservar valor (trabajo concreto) se realiza durante el mismo tiempo, es indivisible, tiene un doble efecto, al incorporarse cuantitativamente el trabajo, añade nuevo valor; y la calidad del trabajo incorporado conserva en el producto los valores que ya poseían los medios de producción. Al exponer las diferentes funciones que desempeñan en la formación del valor los factores del proceso de trabajo, lo que muestra son las funciones de las diversas partes integrantes del capital en su propio proceso de valorización.

Por lo tanto, la parte del capital que se invierte en los medios de producción no cambia de valor en el proceso de producción, y es por eso que Marx le llama capital constante, pero la parte que invierte en fuerza de trabajo modifica su valor, pues además de reproducir su equivalencia, crea un remanente, la plusvalía, que puede también variar y por eso le da el nombre de capital variable.

Para medir el grado de explotación de la fuerza de trabajo, es importante mirar a los medios de producción como termómetro del trabajo que se absorbe para la producción del valor, pero se reduce a cero el valor del capital constante pues no hace más que reaparecer en el valor del producto. Pero para saber la valorización proporcional del capital variable creado en el proceso de producción de la mercancía se necesita mirar la relación que existe entre el dinero invertido en capital variable y el plusvalor, lo que se conoce como cuota o tasa de plusvalor (p´):
                                        p´= p/v

Donde v representa el capital variable, que representa el valor de los medios de subsistencia del obrero y se materializa en una cantidad de horas que le permiten reproducir este valor. Y p representa la magnitud absoluta de la plusvalía creada. La parte de la jornada de trabajo en que se opera esta reproducción es el tiempo de trabajo necesario (T.T.N.) y cuando esta fase se rebasa, en la otra parte de la jornada laboral, es justamente donde se crea valor no para él sino para el capitalista, la plusvalía, se le conoce como tiempo de trabajo excedente (T.T.E.):
                                          
    p´= T.T.E/ T.T.N.
           
Ambos guardan la misma relación, sin embargo el primero lo hace como trabajo materializado y el segundo como trabajo fluido. La suma del trabajo necesario y del excedente forman la magnitud absoluta de su tiempo de trabajo, o sea de la jornada laboral; de la magnitud de la primera y de la prolongación de la segunda dependen la tasa de explotación y la extensión de la jornada laboral. Siendo pues la tasa de plusvalor la expresión exacta del grado de explotación de la fuerza de trabajo por el capital. La plusvalía producida mediante la prolongación de la jornada laboral la llama plusvalía absoluta.

            Si la jornada laboral se mantiene constante, lo que va a variar es la división de entre TTN y TTE, si se reduce el TTN es lo que llama Marx plusvalía relativa. Para ello es necesario que la capacidad productiva aumente (excluyendo la posibilidad de disminuir el salario del obrero por debajo del valor de la fuerza de trabajo por el supuesto de que las mercancías se venden a su valor). Es decir, un cambio cualquiera en el proceso de trabajo, por el que se reduce el tiempo de trabajo necesario para la producción de una mercancía, lo que implica que una menor cantidad de trabajo adquiere potencia suficiente para producir una cantidad mayor de valores de uso. Pero para que se reduzca el TTN es necesario que lo sea en las ramas industriales de los medios de subsistencia del obrero.

Finalmente, esta es una de las razones por las que el capitalista siempre tenderá a reforzar la productividad del trabajo, para de este modo abaratar las mercancías, y con ellas los obreros. Y se concluye que en la producción capitalista, la economía del trabajo mediante el desarrollo de su fuerza productiva no tiene como finalidad acortar la jornada laboral sino a disminuir el TTN para la producción de una determinada cantidad de mercancías y, por lo tanto, acortar el tiempo que el obrero trabaja para sí mismo, con el fin de alargar la fracción de tiempo que trabaja gratis para él, y así aumentar la plusvalía que arranca al proceso de producción.     
             
Conclusiones:

            Se tenía contemplado, para finalizar esta sesión recuperar nuestros propios proyectos de investigación con el fin de recuperar/discutir/ampliar lo abordado en este capítulo, sin embargo la discusión se centró hacia otros puntos, por lo que les recomiendo mejor escuchar el audio. (Escuchar audio)
 

miércoles, 15 de agosto de 2012

SESIÓN 1.- El esquema de El Capital


Exposición


En el Esquema de El Capital, Bolívar Echeverría hace una breve pero concisa exposición de la línea argumental y del orden que sigue Marx en El Capital para exponer el modo de producción capitalista pero desde un discurso crítico, el cual abre la posibilidad de una nueva interpretación del funcionamiento del sistema capitalista distinta a la interpretación dada por la economía política y de una posible trasformación del mismo hacia un sistema  comunista.

La pregunta central que delinea todo la argumentación que Marx hace en El Capital  según Bolívar  Echeverría es: ¿Qué es la  riqueza en la sociedad moderna? La finalidad de responder dicha pregunta no es vana sino por el contrario tiene como objetivo primordial “construir una imagen conceptual de lo que es la riqueza moderna” 8Bolívar, 1983: 51)  que sirva como una especie de instrumento que ayude a los hombres a comprender  y no sólo a justificar los fenómenos de la historia materialista, es decir como la vida de los hombres se encuentra estrechamente relacionada con el modo en que ellos ocupan, obtienen, trabajan, reparten y disfrutan materialmente y subjetivamente la riqueza moderna.

Precisamente, porque el objetivo de Marx es contribuir a la construcción de un instrumento para la comprensión y no sólo para la justificación de los fenómenos que acontecen en el modo de producción capitalista, la exposición que hace Marx en El Capital pasa necesariamente por la adopción de un método histórico y crítico.

De ésta forma, la estrategia que adopta Marx para describir la riqueza moderna es la de la crítica “describir algo no es mostrar su retrato reflejado en la mente; es siempre consentir o disentir con su nombre espontaneo, es abundar en la definición que da de él el discurso social establecido o pretender introducir una diferencia” (Bolívar, 1983: 52), pues lo que pretende Marx es mostrar la realidad. Por esta razón,  su objetivo es la desmistificación y destrucción del discurso justificador que ha hecho la economía política al describir a la riqueza moderna y su  comportamiento económico.

Así pues, el discurso de Marx es una crítica a la economía política y a todo su aporte teórico y discursivo, que abre la posibilidad a la construcción de un nuevo discurso que realmente muestre la realidad y la transformación de la misma.

Por otro lado, es necesario mencionar que en El Capital, Marx adopta una forma argumental crítica que cumple tres etapas y que es precisamente lo que le da el carácter de científico  a su discurso, pero su cientificidad no es fortuita pues se enfrenta al análisis de la apariencia, la exploración de la esencia  y sólo después de pasadas estas dos etapas es posible realizar la desmistificación de la realidad. Las tres etapas que cumple el análisis en El Capital de Marx son las siguientes:

PRIMERA ETAPA “EXAMEN DE LA APARIENCIA” (corresponde a las dos primeras secciones del Libro I de El Capital):

Durante la primera etapa, Marx realiza un examen general de la descripción que ha hecho la economía política de la riqueza moderna  y su funcionamiento. Para luego cuestionar la validez de los conceptos y formulaciones que se han empleado para la descripción de la riqueza, pasando por el cuestionamiento de los conceptos que intervienen en la formula general del capital (D-M-D´) y que generalmente es tomada como la descripción ejemplar de la riqueza moderna.

Durante la primera etapa, Marx está cuestionando no sólo el discurso económico adoptado por la economía política, sino la pretensión de ella de fundarse como una ciencia a pesar de basar sus fundamentos y teorías en la impericia o la apariencia  superficial de hechos o datos  que mistifican u ocultan lo que realmente es la riqueza social moderna y su economía.

Posteriormente, Marx pasa a centrar su análisis en el problema fundamental de la descripción de la riqueza y en la necesidad de argumentar teóricamente el origen del plusvalor y no centrarse solo en el problema de la circulación y/o en el  formula general del capital (D-M-D´), ni mucho menos en el simple intercambio de objetos equivalentes, sino como fundamento de la riqueza.

SEGUNDA ETAPA “EXPLORACIÓN DE LA ESENCIA” (expuesta a partir de la sección 3 del Libro I y Libro II de El capital):

Durante esta segunda etapa, Marx describe y explica el proceso de  mistificación u ocultamiento que ha construido el discurso económico basado en el conocimiento inmediatista de la realidad y  de la riqueza moderna.

Por esta razón, durante esta etapa el problema del origen del plusvalor pasa a ser explicado ya no bajo la forma aparencial sino como un proceso de explotación de la fuerza de trabajo una vez que ella ha sido separada de sus medios de producción y expulsada al mercado mediante el proceso de acumulación originaria del capital, y la posterior enajenación que sufren los trabajadores para que pueda darse la acumulación y reproducción ampliada del capital. Además, pone en evidencia que el proceso de reproducción de la riqueza durante el capitalismo es un proceso cíclico e histórico.

Igualmente, durante esta segunda etapa se vuelve indispensable incluir para la descripción de la riqueza social el proceso de valores de uso.

También, se analiza la forma transhistórica o fundamental que adopta la riqueza especialmente en la época moderna. Pero además, en la segunda etapa Marx trata de desentrañar las leyes determinantes de la producción, circulación y consumo de la riqueza moderna.

Y por último,  Marx establece la contraposición entre la forma social-natural o valor de uso del proceso de producción/consumo  y la forma social-capitalista o estrato de valor (valorizante), siendo la última  forma (la forma valor) durante el capitalismo la que subsume a la primera forma (la forma valor de uso). Es decir, durante esta etapa Marx hace evidente la contradicción entre el valor de uso y el valor y que es precisamente la que permite descubrir los rasgos esenciales de la reproducción de la riqueza moderna durante el capitalismo.

Al poner en evidencia la contradicción entre valor de uso y valor, Marx evidencia que durante el capitalismo el sujeto tiende a objetivarse, es decir el sujeto se convierte en un “bien” para el objeto en la medida que pasa existir sólo en su calidad como medio de producción capitalista.

TERCERA ETAPA: DESMISTIFICACIÓN DE LA REALIDAD ( a partir de la sección 6 del Libro I y Libro III):

En la tercera etapa  acontece el proceso de desmistificación de la esencia contradictoria de la riqueza capitalista que es descrita en la forma general del capital (D-M-D´).

Describe como el plustrabajo es arrancado de los obreros y como el plustrabajo es reinvertido.

Adicionalmente,  describe como acontece la circulación de equivalentes y hace evidente la constitución de todos los precios que ocultan la realidad del origen de la riqueza.

Posteriormente, durante esta etapa Marx hace evidente como acontece el proceso de mistificación y como se convierten en la forma aparencial de la riqueza.

El método de análisis que emplea Marx para describir la realidad y los fenómenos que giran en torno a la riqueza moderna, va desde el análisis de su forma aparencial hasta su forma esencial para hacer evidente posteriormente el proceso de desmistificación de la realidad. En esta medida, el análisis propuesto por Marx se convierte en un ejemplo de un discurso totalmente cuestionador del discurso tradicional que describe la riqueza moderna y justifica el sistema económico capitalista y todos los fenómenos que vive la sociedad moderna pero que de ninguna forma propone la trasformación de realidad. Así, el discurso crítico de Marx se vuelve una parte aguas para comprender la realidad y su posible trasformación en un sistema comunista.


Relatoría de la Sesión


Después de haberse expuesto “El Esquema de El Capital y  el texto de Lefebvre “El Capital”, la clase llega al acuerdo de que aunque ambos autores escriben en momentos diferentes y por tanto sus preocupaciones son distintas -lo cual se hace evidente  porque cada autor pone más énfasis al análisis de determinados temas dejando de lado otros-  considera que existen algunas similitudes de temas en los que ambos ponen vital importancia para el análisis de sistema capitalista o de la realidad.

Por otra parte, se comenta que en el texto del  “Esquema de El Capital” de Bolívar Echeverría, el autor expone de manera más detallada la forma de la  estructura argumental de El Capital o su "método de exposición", pero que, a pesar de que menciona cual es el método de análisis que adopta Marx para la descripción y construcción de la imagen conceptual de la riqueza moderna, mediante un análisis que sigue tres etapas: a) la examen de la apariencia, b) exploración de la esencia y c) desmistificación de la realidad, el método dialéctico "de investigación" empleado por Marx lo describe Lefebvre más a detalle.

Bolívar Echeverría nos dice que la estrategia que Marx adopta es la crítica para realizar el análisis de la riqueza moderna. En efecto, aunque Bolívar Echevarría nunca emplea la denominación "método", sino más bien "estrategia", refiere al modo en que el discurso crítico se construye a sí mismo, no como una ciencia positiva y en competencia con la ciencia burguesa – pues no comparte sus supuestos y premisas más básicos –, sino como una tarea de deconstrucción científica del discurso ideológico burgués, tal como este se desenvuelve respecto del plano fundamental, material o económico, de la vida social: el discurso de la "economía política".

En tanto, Lefebvre pone énfasis en las contradicciones del capital que se reflejan en las crisis como comienzo del análisis del  modo de producción capitalista.

A pesar de la diferente aproximación que cada autor da al análisis del método de investigación y del método de exposición (la forma en que Marx nos presente cada uno de los temas que aborda y su estructura argumental) empleados por Marx, existen algunas coincidencias entre ambos autores, por ejemplo: ambos coinciden en que el análisis marxista se mueve en dos planos de abstracción fundamentales: histórico y transhistórico, que las leyes del sistema capitalista no son leyes eterneas de la sociedad y que El Capital de Marx está tratando de hacer una síntesis del desarrollo del capital.

Por otro lado, el seminario considera que por lo menos cuatro preguntas o ejes temáticos pueden acercarnos al análisis de ambos autores y de algunos de los temas que son relevantes para el estudio de El Capital de Marx:

a)  ¿Cuáles son las similitudes y diferencias, en los comenatdores estudiados, respecto a las contradicciones centrales del sistema capitalista?
b)      Interpretación de la teoría de la alienación en ambos autores.
c)      Trascendencia política de El capital.
d)      ¿Cuáles son los alcances que podría tener el método de Marx empleado en  El Capital para la comprensión actual de nuestra realidad, en general, y latinoamericana, en particular?

Al responder a estas interrogantes o ejes temáticos, el seminario encontró que respecto al tema de las contradicciones del sistema, ambos autores encuentran que Marx propone como el principal plano de análisis la contradicción entre el valor de uso y el valor. Por desenvolver la sociedad su vida entre esta contradicción, el sujeto se convierte en un “bien” para el objeto en la medida que pasa a existir sólo en calidad de medio de producción en el proceso de trabajo capitalista.

Respecto a la trascendencia política de El Capital se llega a la conclusión que actualmente cobra importancia el análisis de El Capital en la medida que nos permite entender procesos que han sido mistificados u ocultados por la teoría económica clásica y que tienden a justificar los fenómenos o hechos que acontecen durante el capitalismo y que se reflejan actualmente en las crisis económicas, crisis ambientales y crisis sociales que vivimos en el día a día.

También su análisis se vuelve importante porque pugna por la trasformación de la realidad y por la praxis política. En esta medida los alcances que puede tener el método empleado por Marx es el de brindarnos una imagen más nítida de la realidad contradictoria que se vive durante el sistema capitalista y la transformación práctica de la realidad.

ÍNDICE DE EL CAPITAL Y EL ORDEN DE SU ARGUMENTACIÓN

Cuadro tomado de “El  esquema de El Capital” en Echeverría, Bolívar. (1983) “El esquema de El Capital” en el discurso crítico de Marx. Pág. 63.



Bibliografía

1. Lefebvre, Henri. (1974)”El capital” en Síntesis del pensamiento de Marx. Pags.267-323, y toda la tercera parte.
2. Echeverría, Bolívar (1983) “El esquema de El Capital” en El discurso crítico de Marx. Págs. 51-63.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Programa del Seminario de El Capital. Semestre 2013-1




Seminario autogestionado por estudiantes del Posgrado de Estudios Latinoamericanos .

Objetivos:
La necesidad de comprender el modo de acumulación de capital y su desarrollo nos enfrenta a la tarea de observar el núcleo organizador de todo este proceso. El desarrollo de las fuerzas productivas del capital como “pivote” del desarrollo capitalista es el mirador estratégico para dicha tarea. Desde esta perspectiva re-pensar las posibilidades y limitaciones para América Latina.
Horario: miércoles de 3 a 7 pm.
Sede: Facultad de CPyS, edificio F, salón 4.
Evaluación: Exposiciones por tema y presentación de ejes de discusión.
Medio virtual de seguimiento y difusión del seminario:
Se acordó grabar las primeras sesiones y eventualmente, evaluar cómo nos sentimos con esta herramienta. Se acordó subir material escrito (texto o en presentación) de las exposiciones en caso de que dejemos de grabarnos.
http://leyendoelkapital.blogspot.mx/2012/02/bienvenids-al-seminario.html
Temario por sesión:
Introducción

Sesión 1                                                                                                                               Fecha: 15 agosto
  1. Lefebvre, Henri. (1947)“El Capital” en Síntesis del pensamiento de Marx. Págs. 267 – 323, y toda la tercera parte.
  2. Echeverría, Bolivar. (1983) “El esquema de El Capital” en  El discurso crítico de Marx. Págs. 51-63
1ª Parte

Sesión 2                                                                                                                                  Fecha: 22 agosto
  1. Marx, Karl. (1991) Sección 3ª. Capítulo. 5 “Proceso de trabajo y proceso de valorización” en El Capital. Ed. S.XXI
Sesión 3                                                                                                                           Fecha: 29 de agosto
  1. Marx, Karl. (1991) Sección 4ª. Capítulo. 11 “Cooperación” en El Capital. Ed. S. XXI
Sesión 4                                                                                                                           Fecha: 5 septiembre
  1. Marx, Karl. (1991) Sección 4ª. Capítulo. 12 “Manufactura y División del trabajo” en El Capital. Ed. S. XXI
Sesión 5                                                                                                                        Fecha: 12 septiembre
  1. Marx, Karl. (1991) Sección 4ª. Capítulo. 13 “Maquinaria y Gran Industria” en El Capital. Ed. S. XXI
Sesión 6                                                                                                                       Fecha: 19 septiembre
  1. Marx, Karl. (1985) Capítulo. 6 inédito “Subsunción Formal del Trabajo en el Capital”  en El Capital. Ed. S. XXI. pp. 54 a 91.
  2. Marx, Karl. (2009)  “La tecnología del capital” en Grundisse.
2ª Parte

Sesión 7                                                                                                                           Fecha: 26 septiembre
  1. Marx, Karl. (2009)  Volumen II. “El proceso de trabajo,  Capital fijo y capital circulante, Contradicción entre la base de la producción burguesa, Significado del desarrollo del capital fijo, El ahorro efectivo = ahorro de tiempo de trabajo=desarrollo de la fuerza productiva, Concepción histórica de Owen sobre la producción industrial (capitalista), El capital y el valor de agentes naturales” en Los Grundrisse. pp. 216-242

Sesión 8                                                                                                                                   Fecha: 3 octubre
  1. Marx, Karl. (2009)  Volumen II. “Plusvalía es igual a proporción a plustrabajo y trabajo necesario, Valor del capital fijo y su fuerza productiva, Maquinaria y plustrabajo, Proporción entre las condiciones objetivas de la producción” en Los Grundrisse. pp. 301-316.
3ª Parte

Sesión 9                                                                                                                                 Fecha: 10 octubre
  1. Marx, Karl. (1991) Sección 7ª. Capítulo 23 “Ley general de la acumulación de capital” en El Capital. Ed. S.XIX
Sesión 10                                                                                                                              Fecha: 17 octubre
  1. Marx, Karl. (1991) Sección 5ª. Capítulo 15 “Desarrollo de las contradicciones internas de la ley.” en El Capital. Ed. S.XIX
Sesión 11                                                                                                                           Fecha: 24 octubre
  1. Marx, Karl. (1986) “La crisis estructural según Marx” en El discurso crítico de Marx, pp137-148.
Sesión 12                                                                                                                          Fecha: 31 octubre
  1. Veraza, Jorge. (2012) Karl Marx y la técnica. Desde la perspectiva de la vida.
Sesión 13                                                                                                                       Fecha: 7 noviembre
  1. Marx, Karl. () “Trabajo enajenado” en Manuscritos económico-filosóficos de 1844.
Sesión 14                                                                                                                     Fecha: 14 noviembre
  1. Marx, Karl. (1980) Escritos sobre Rusia. El porvenir de la comuna rusa.
Sesión 15                                                                                                                     Fecha: 21 noviembre
  1. Echeverría, Bolivar. (2010) “La modernidad y la anti-modernidad de los mexicanos” en Modernidad y Blanquitud.
Sesión 16                                                                                                                    Fecha: 28 noviembre
  1. Veraza, Jorge. (2012) Reencuentro de Marx y América Latina
Sesión 17                                                                                                                       Fecha: 5 diciembre
  1. Sesión de cierre, se propone tener un invitado.

Bibliografía:
Karl Marx, El Capital, Tomo I vol.2 y 3, tomo III, vol.6, 16ª edición, Siglo XXI, México, 1991
--- Elementos Fundamentales para la Crítica de la Economía Política (Grundrisse), vol.2, siglo XXI, 8ª reimpresión, 2009.
---Manuscritos económico-filosoficos de 1844,
---Escritos sobre Rusia. El porvenir de la comuna rusa, Cuadernos Pasado y Presente, Ed. Siglo XXI, México, 1980.
Bolívar Echeverría, El discurso crítico de Marx.
---Modernidad y Blanquitud, Ed. ERA, México, 2010.
Jorge Veraza, Karl Marx y la técnica. Desde la perspectiva de la vida, Ed. Ítaca, México, 2012.